Los disacáridos son un tipo de glúcidos formados por la
condensación (unión) de dos azúcares monosacáridos iguales
o distintos mediante un enlace O-glucosídico (con pérdida de una molécula de
agua) pues se establece en forma de éter siendo un átomo de oxígeno el que une
cada pareja de monosacáridos, mono o dicarbonílico, que además puede ser α o β
en función del -OH hemiacetal o hemicetal. Los disacáridos más comunes son:
·
Sacarosa:
formada por la unión de una glucosa y
una fructosa.
A la sacarosa se le llama también azúcar común.
No tiene poder
reductor.
·
Lactosa:
formada por la unión de una glucosa y una galactosa.
Es el azúcar de la leche. Tiene poder reductor .
·
Maltosa, isomaltosa, trehalosa y celobiosa: formadas todas por la unión de
dos glucosas, son diferentes dependiendo de la unión entre las glucosas. Todas
ellas tienen poder reductor, salvo la trehalosa.
El carácter reductor se
da en un disacárido si uno de los monosacáridos que lo forman tiene su carbono anomérico
(o carbonílico) libre, es decir, si este carbono no forma parte del enlace O-glucosídico.
Dicho de otra forma, si el enlace O-glucosídico es monocarbonílico el
disacárido resultante será reductor (maltosa, celobiosa, etc.), mientras que si
el enlace O-glicosídico es dicarbónílico el disacárido resultante será no reductor
(sacarosa, trehalosa).
La fórmula empírica de
los disacáridos es C12H22O11.
El enlace covalente entre dos
monosacáridos provoca la eliminación de un átomo de hidrógeno de uno de los
monosacáridos y de un grupo
hidroxilo del otro monosacárido, de forma que en conjunto
podemos decir que se elimina una molécula de agua (H2O) que se libera
al medio de reacción.
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